lunes, 14 de julio de 2008

Peleas en el recuerdo: Maradona vs. Passarella


Para que nadie invente giladas, lo cuento todo: con Passarella nos habíamos peleado en la concentración del América de México, en el Distrito Federal, donde vivíamos en la Copa del Mundo del 86. La historia fue así... Yo llegué quince minutos tarde a una reunión junto con los... rebeldes. Eso éramos, según Passarella, Pasculli, Batista, Islas... ¡Quince minutos tarde llegamos! Y entonces nos comimos un discurso de Passarella, con el estilo de él, bien dictador: que cómo el capitán iba a llegar tarde, que esto, que lo otro. Lo dejé hablar, lo dejé hablar... "¿Terminaste?", le pregunté. "Bueno, entonces vamos a hablar de vos, ahora", le dije. Y conté, delante del plantel completito, todo lo que era él, todo lo que había hecho él, todo lo que yo sabía de él. Y se armó el lío grande, ¡grande, grande! Porque en aquella Selección, hay que decirlo, había dos grupos. Por un lado, los que apoyaban a Passarella. Su banda. Ahí estaban Valdano, Bochini, varios. Passarella les había llenado la cabeza y por eso decían que nosotros habíamos llegado tarde porque estábamos tomando falopa, y que esto, y que lo otro... pero, más que nada, por supuesto, eso de que estábamos tomando falopa y ésos éramos nosotros, mi grupo. Entonces yo le dije: -Está bien, Passarella, yo asumo que tomo, está bien... Alrededor, un silencio tremendo. Yo seguí: -Pero acá hay otra cosa: no estuve tomando en este caso... No en este caso, ¡mirá vos! Y, además, vos estás mandando al frente a otra gente, a los pibes que estaban conmigo... ¡Y los pibes no tienen nada que ver! ¿Entendiste, buchón? La única verdad es que Passarella estaba queriendo ganarse al grupo de esa manera, sembrando cizaña, inventando cosas, metiendo palos en la rueda. Quería ganárselo desde que había perdido la capitanía y el liderazgo; lo tenía atragantado, lo tenía acá. Porque él fue un buen capitán, sí, y yo siempre lo dije. Pero yo mismo lo desplacé: el gran capitán, el verdadero gran capitán, fui, soy y seré yo. Después de eso, cada vez que podía, él me jugaba feo, muy feo. Lo agarró a Valdano, un tipo muy inteligente, a quien todo el mundo escuchaba, incluido yo, que era capaz de estar cuatro horas con él sin poder meter un bocadillo, y le metió en la cabeza que yo estaba llevando a todos a la droga. Entonces me planté, en el medio de esa reunión, y en nombre de mis compañeros y en nombre mío, por supuesto, le grité a Passarella:-¡Acá nadie toma, viejo! Y lo juro por mis hijas que no tomamos, que en México no tomamos. Pero como estábamos sacando los trapitos al sol, se me ocurrió hacerla completa:-A ver, ya que estamos... Estos dos mil pesos de teléfono que tenemos que pagar entre todos, porque nadie se hace cargo, ¿por llamadas de quién son? Nadie saltó, nadie contestó, alguno miró el piso... No volaba una mosca. Lo que no sabía Passarella es que por aquellos tiempos, en 1986, parece que hace un siglo ya, las cuentas telefónicas en México tenían detalle: en la factura venían los números, uno por uno... Y el número era el de él, ¡hijo de puta! Ganaba dos millones de dólares y se hacía el boludo por dos mil. Eso sí que es tomarle la leche al gato. Yo prefiero ser adicto, por doloroso que esto sea, a ventajero o mal amigo. Esto de mal amigo lo digo por la historia que terminó de alejarme de él y terminó también de formar la verdadera imagen de Passarella para los demás: cuando él estaba en Europa, todo el mundo comentaba que se escapaba a Mónaco para verse con la esposa de un compañero, de un jugador del Seleccionado argentino... ¡Eso hacía y después lo contaba en el vestuario de la Fiorentina, como una hazaña! (...) Allá fuimos, y en la reunión, con Passarella presente, conté todo lo que sabía de él y se hizo un silencio profundo... Hasta que saltó Valdano:-¡Vos sos una mierda! -le gritó al Kaiser. Ahí se rompió todo. Ahí le agarró la diarrea, el mal de Moctezuma, cuando la realidad era que todos meábamos por el culo. Ahí le dio el tirón, ésta es la verdadera historia.(...) El sabe muy bien que no es quién para venir a decirme a mí nada de la droga. Porque si vamos a hablar de eso, tendremos que remontarnos a un proceso muy largo y muy viejo en el fútbol argentino, de una época en la que él jugaba y yo no, de una Copa Libertadores que yo nunca jugué y él sí, varias veces... ¿Y soy el único drogadicto, yo? Una vez, Menem me invitó a conversar de este tema con Passarella. Una reunión para charlar de todo, y también de la droga. "Cuando quiera, Presidente, cuando quiera", le dije. Pero Passarella nunca apareció, parece que no se animó. Para que quede clarito, esto: Passarella, si vos no querés que te ensucien, no ensuciés; si yo conocí la droga en el fútbol, fue por vos, ¡fue por vos! Entonces, claro: "De Maradona no hablo". Porque si él habla y yo contesto, se pudre todo.
Del libro "Yo soy el Diego"

10 comentarios:

mario dijo...

"Lo juro por mis hijas"... ayayay

Diegote, ¿qué sentido revolver algo que tendría que haber muerto en un vestuario?

Basta de tomar la palabra de Diegote como palabra santa... habría que conocer también la versión de Passarella...

De todas maneras, ¿es muy loco suponer que Diegote se haya dado en pleno México '86?. No, no tomó droga en ese mundial... lo juro por Dalma y Gianinna...

Saludos

Anónimo dijo...

Diego tomaba desde el 82, no es muy loco pensar que en México lo hizo.
Estaría bueno conocer la versión del Kaiser pero el nunca habló del tema.
Me dió arcadas la parte que el 10 habla de Mene*, en ese caso Passarella estuvo bien en no ir.

sexshoptabu dijo...

Como dice Mario estas cosas deben morir en el vestuario pero Diego necesitaba cosas picantes para vender ese libro.
http://blogdemenotti.blogspot.com/

Walrus dijo...

Maradona le tomó la leche al gato acá, rompiendo los códigos del vestuario que él tanto defiende. Y que él mismo, después de ganar el mundial, juró junto a sus compañeros, no romper. "Acá pasaron cosas y el que hable después es un buchón", dijo en una ronda de festejo en el campo de entrenamiento del América, tras ganar el título y volver a la concentración. Esto lo dijo José Luis Brown.
El otro día no me acuerdo quien hablaba de las llamadas desde México, y la verdad se cagaban de risa, creo que era Ruggeri en el nuevo programa de Fantino en ESPN. Y dijo que todos usaban ese teléfono pinchado.
Creo que Maradona tenía que vender el libro y para eso abrió una caja de Pandora en la cual ninguno de los otros jugadores quiso meter mano salvo él mismo.

El_Acertijo dijo...

gran pelea! parecian reconciliarse siempre, pero nunca paso..

abrazo de gol

www.tremendamentemotivados.com

Ruben

Post: "UN AÑO SIN EL NEGRO"

No, gracia a vo´ dijo...

Yo no tomaría la palabra de Diego como legítima en su totalidad. No apoyo ni a Passarella ni a Maradona. Enestos casos hay miles de cosas que no se saben!

Saludos,

Migue

Pavlo dijo...

Tal vez por esta pelea nos hayamos perdido de verlos juntos en dos mundiales.
Abrazo!!

El Doc 9 dijo...

Vayamos al análisis. Maradona rompió los códigos al contar esto. Pero se atenua porque cuenta cosas referentes a su pelea con alguien como Pasarella y lleva la pelea a los códigos que concoe Pasarella. Daniel, es una rata; nunca nadie habla bien de él; el se maneja asi, es un sínico que se vendió como que cambió como el mejor, y le hizo una cama a Merlo en River horrible. No te quieren Daniel, no te quiere tu gente a la que traicionaste el año apsado en River, y todo porque? porque sos un hincha de Boca resentido, converso, como esos policias que se hacen ladrones, o esos políticos como Borocoto o Cobos que se cambian de camiseta por nada.
Maradona estuvo mal; si, pero Pasarella es eso, una rata miserable que fue un gran jugador péro una muy mala persona, respopnsable directo tras su paso por la Selección como dt, que fue como Menem a la política; hizo que la gente odie a la Selección, no la mire, no le de bola, tras la finalización de una gereneración que ganó todo, o sino ganaba un título daba orgullo; esa Rata Passarela que hacia negocios con jugadreos suyos solo de River para venderlos tras el fracaso del Mundial de Francia 1998. Eso es amigo Pasarella, eso desnudo, rompiiendo códigos, lo último bueno o lo único aceptable que saco la Argentina en todos sus aspectos, mora, deportivo: Maradona

El Fundidor dijo...

¿Diego necesitaba algo para vender un libro? Me parece que no. Igual, se puede dudar. A mí me parece creíble, Passarella es bastante botón. Es coherente con su conducta de siempre: disciplina, pelo corto, etc., que le dio como resultado una imagen de intachable, frente a la imagen (probablemente bien ganada) de drogón atorrante de Maradona. Y a la gente le gusta eso (lo de Passarella), por algo todavía se escuchan cosas como "con los militares estábamos mejor". Es un país autoritario.
También Diego es bastante falopero, y debe ser jodido que durante un Mundial tus compañeros se estén pegando un sartenazo atrás de otro.
Ante la duda, lo bancamos al Diego, por supuesto.
Por último, me parece que el comentario de Cobos no tiene nada que ver. Flaco, no entendiste nada.
Saludos.

Anónimo dijo...

Jaja que tema eh! Bueno, la verdad que falta la version de Passarella. Creo que Diego se va a la mierda con tal de vender el libro... es mas me acuerdo que en ese libro el da una lista sobre los que fueron los mejores jugadores de la historia para el... y hay cada uno! Nakata y Beckham... en fin, no creo que Maradona realmente pueda cree que esos muertos esten en la lista, eso habla de lo marketinero que era el libro. Por otra parte, Passarella tiene fama como un autoritario, y en eso, probablemente Diego tenga razon. Pero no nos olvidemos que el Diego tiene tatuado al Che y despues fue amigo de Menem.. si eso no es una contradiccion..? En fin..
Al final opinamos de lo poco que sabemos.. sobre conjeturas, porque no estuvimos ahi.
Ahh y con respecto al flaco que dijo que hizo la comparacion entre Pasarella y Cobos: creo que lo mataste al pobre tipo comparandolo con ese turro. Saludos! Leo